martes, 12 de noviembre de 2013

EL VIENTO DE MI ALMA

Estoy en pie bajo miles de galaxias,
Un caos ordenado de destrucción y creación
El tiempo y la vida en constante movimiento.
En un espacio que nunca fue creado y jamás será destruido,
Eterno…


















Ante mis ojos cosas que vienen y otras que se van,
Cosas que permanecen inamovibles y otras que mueren
para renacer con mas fuerza.
Ante mi surgen decisiones que no esta en mis manos tomar,
Decisiones que están más allá de la elección y sus consecuencias
Y cuando la sensación de que puedo hacer todo lo que me proponga
Parece flojear,
Vuelve a mí ese antiguo viento del desierto,
la voz del núcleo del universo, mas antiguo que la silenciosa noche.
Desde lo más profundo de mí ser viene raudo y cimbrea mi alma
como se cimbrean las palmeras bajo las ardientes tormentas del desierto.














Un ardiente viento cargado de arena y fuego y que abrasa sin piedad
la fría lógica de los hombre de hielo.
Un calido viento, soplo de vida y forjador de mi alma,
El alma de un guerrero bereber y una reina sefardí
Que llegaron a amarse tanto que llegaron a convertirse en una sola alma.












Nosotros somos los “amazigh”, los hombres libres
Y en nuestros ojos puedes ver los fulgores del universo,
La vida y la muerte de todos los astros conocidos.
El oxido y la herrumbre, el seco beso del más árido polvo
Podrá tocar nuestros cuerpos pero jamás alcanzara el brillo de nuestros ojos,
Porque en nuestros ojos se forjaron todas las estrellas
Y aun más en nuestros ojos se forjaran todos los nuevos astros que alumbraran el cielo
de los hombres y mujeres que están por venir,
Aquellos que derrotaran a los hombres de hielo y sus formas de vida caducas,
Los que enterraran su lógica trasnochada bajo el fulgor de nuevos soles.
Cuando eso haya ocurrido y las hojas del otoño se hayan dormido

Renacerá una una primavera tan prospera y verde como vuestros ojos jamás vieron antes…